7 hábitos que dañan los dientes de los niños

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El cuidado de la boca no empieza con la primera caries. Es importante vigilar la salud de los dientes desde el primer momento. Pues, prevenir problemas dentales es mucho más sencillo que curarlos. Como padres tenemos el deber de enseñarles los buenos hábitos de higiene bucal, pero también debemos ayudarles a eliminar los malos hábitos que dañan sus dientes. Nuestro ejemplo, como en todo, es imprescindible.

Para que tu peque disfrute de una buena salud dental, hemos de evitar los siguientes hábitos:

  • Chuparse el dedo. Para los bebés y niños pequeños, chuparse el dedo es algo normal. Lo hacen desde que están en el útero y hasta los tres años. A partir de entonces pueden surgir numerosos problemas como deformación del paladar, desplazamiento de los dientes anteriores y posteriores, etc. Por eso es fundamental tratar de retirar este hábito lo antes posible.
  • Usar el chupete demasiado tiempo. Los dentistas recomendamos retirar el chupete antes de los dos años de edad para evitar que provoque la desviación de los dientes delanteros, provocando la mordida abierta.
  • Morder lápices, bolígrafos u otros objetos. Es un hábito muy nocivo, tanto para los niños como para los adultos, ya que introduce bacterias en la boca y desgasta la superficie del diente de forma prematura lo que puede dar lugar a fracturas.
  • Emplear pastas de dientes con excesivo flúor para su edad. El exceso de flúor puede provocar fluorosis, una condición que crea manchas blancas o marrones en los dientes de los niños. Los niños siempre tienen que usar una pasta de dientes especial para ellos, con la dosis de flúor adecuada para su edad.
  • Consumo excesivo de bebidas gaseosas y de dulces. Los dulces, los refrescos y las bebidas azucaradas son muy perjudiciales para los dientes de los adultos y, sobre todo, de los niños. Por ello es importante, que tras la ingesta de este tipo de alimentos el niño se cepille los dientes.
  • Morderse las uñas. El hábito de morderse las uñas aumenta considerablemente el riesgo de padecer bruxismo, que a su vez desembocará en sensibilidad dental y dolor facial.
  • Descuidar las visitas al dentista. Ir al dentista cuando los niños ya tienen caries es algo que habría que evitar. Siempre es mejor prevenir cualquier problema bucodental acudiendo con regularidad al dentista de confianza.