Las 6 dudas más frecuentes cuando tu hijo tiene miedo al dentista
La odontofobia afecta a millones de personas independientemente de la edad. No obstante, el miedo al dentista es más común en los niños debido a que no disponen de una serie de herramientas y conductas aprendidas con el tiempo. En la mayoría de los casos los padres no saben cómo reaccionar ante una situación así y por eso vamos a despejar las dudas más comunes:
¿Cómo convencer a un niño con miedo para que vaya al dentista?
En primer lugar sería importante entender de dónde viene el miedo, si es porque el niño ya ha tenido alguna experiencia traumática o si es porque se ha ido construyendo una imagen mental negativa a través de lo que ha oído, visto o leído. En muchos casos el miedo aparece por «contagio familiar”. Los niños observan con mucha atención la actitud con la que los padres o sus hermanos van al dentista y hablan de él, y por eso es determinante hablarles con serenidad, escucharles y tranquilizarles.
¿Conviene avisarle de que vamos a ir a la consulta para que se vaya mentalizando o es mejor no decirle nada hasta llegar a la clínica?
Es muy importante avisarle y hablarle con tiempo; explicarle quién es el dentista y por qué hay que ir a su consulta. Hablarle con entusiasmo y siempre en positivo es fundamental para que la actitud del niño sea también positiva y receptiva.
¿Qué podemos decirle a un niño con miedo al dentista?
Hay que hablarle de la figura del dentista como un médico amigo que se preocupa por su salud dental y que hará todo lo posible para que tenga unos dientes sanos y fuertes. Revisará con herramientas muy especiales nuestros dientes y si con un espejito ve que hay alguno que no está bien, nos lo curará.
¿Qué podemos hacer en la sala de espera para que esté más tranquilo?
Durante la espera el niño puede entretenerse con sus juguetes traídos de casa o se le puede dar de pintar o leer, avisándole que cuando salgan a llamarle va a dejar de jugar durante un momento. Previamente nos habremos ocupado de mentalizarle y explicarle dónde va a ir y cuándo. En algunas consultas, además, hay posibilidad de jugar o entretenerse con algo relacionado con los dientes para reforzar en positivo su actitud.
¿Es mejor llevarlo a una consulta especializada en niños?
Un espacio decorado y adaptado para ellos les resultará más acogedor y familiar. Una buena predisposición hacia los niños, paciencia para escucharles y un margen de tiempo para tranquilizarles son algunos de los aspectos necesarios para conectar con ellos y hacer que se sientan tranquilos y seguros.
¿Es bueno premiarle si se porta bien en la visita?
El mejor premio para el niño es alabar su actitud colaborativa y reforzar su capacidad de superar el miedo cada vez más. Las palabras de los padres y del dentista durante la visita, y su consideración hacia él, alimentan con el tiempo su decisión a vencer el miedo. La decisión de darle un premio corresponde a cada padre, aunque estaría bien no usarlo únicamente como “chantaje”, pues esto puede crear en el niño una reacción de desconfianza y resistencia.