5 tips para cuidar los dientes de tus niños en Navidad
Estamos, sin duda, en una de las épocas más especiales para los niños. Es tiempo de vacaciones, regalos, ilusiones, momentos en familia y, como no, de excesos de dulces. Con el objetivo de que ni tus dientes ni los de tus hijos sufran más de la cuenta, te damos las claves para cuidar la salud bucodental esta Navidad. Si sigues nuestros consejos y vigilas los hábitos de tu hijo durante los próximos días, tendrás menos posibilidades de dar la bienvenida al nuevo año con una visita urgente al dentista.
- Asegúrate de que se cepilla los dientes. Muchas veces el hecho de comer o cenar fuera de casa es una excusa para no cepillarnos los dientes. Es frecuente que pasemos por alto el cepillado antes de dormir. Sin embargo, éste es el más importante del día. Por la noche la producción de saliva, que actúa como un protector de los dientes, baja y, por tanto, los dientes se vuelven más vulnerables. Una de las soluciones sería comprar unos cepillos de viaje para tenerlos allá donde vayamos. Si nuestro hijo no se puede cepillar los dientes después de una comida, podemos darle un chicle sin azúcar. Sin embargo, esto no es una solución para el cepillado nocturno, el cual es imprescindible.
- Controla su consumo de dulces. Si los adultos comemos dulces, no podemos prohibir a los niños que lo hagan. Pero, al menos, intenta que tu hijo no «pique» entre horas, especialmente si no tiene cepillo de dientes. El azúcar y la relajación en los hábitos de higiene aumentan considerablemente el riesgo de caries.
- Avísale de los peligros de comer alimentos duros o pegajosos. Las urgencias y los accidentes con nuestros dientes (fracturas, daños en los empastes…) son muy frecuentas en Navidad. Para evitarlos, es importante que tu hijo tenga cuidado al morder turrón o frutos secos duros o pegajosos. Y si tu hijo lleva brackets, debe tener especial cuidado, ya que éstos se pueden despegar.
- Evitar los refrescos. El consumo de bebidas carbonatadas o azucaradas es muy dañino para los dientes: dañan el esmalte y aumentan el riesgo de padecer caries o sensibilidad dental. Lo mejor es que los peques tengan la costumbre de beber agua durante las comidas y limitar los refrescos a ocasiones puntuales. En el caso de que quieran otra bebida, los zumos naturales preparados en casa son una buena opción, pero no tanto los zumos industriales que llevan grandes cantidades de azúcares.
- Acostúmbrale a visitar regularmente al dentista. Si tu hijo se familiariza con las visitas regulares al odontólogo, será menos probable que padezca problemas bucodentales o desarrolle fobias al dentista que comprometan su salud.