Cómo evitar el miedo al dentista en niños

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pedroruiz -6014


El miedo al dentista, conocido como odontofobia en sus casos más extremos, es una patología muy habitual, sobre todo en los más pequeños. Muchos niños muestran un miedo irracional hacia el dentista, a menudo relacionado con la indumentaria del médico: máscara en el rostro, gafas protectoras y manejo de utensilios extraños. Esta simple imagen del profesional de la salud bucodental asusta a muchos pequeños. Lo asocian a la enfermedad y, por lo tanto, a algo negativo.

¿Cómo evitar ese miedo?

  • El miedo puede ser contagioso, sobre todo si el niño lo ve en los padres. Se debe vigilar el tipo de conversación que se tiene con otros adultos delante del pequeño.
  • No utilizar expresiones amenazadoras como: “Si no te cepillas los dientes, te llevo al dentista y te pinchará”.
  • Resulta básico transmitirle seguridad en sí mismo y hacerle entender que debe acudir por su propia salud.
  • Elige una clínica con personal especializado en el trato con niños y que cuenta con juegos, pantallas de vídeo, música, etc. También es bueno llevar algún juguete del niño en el bolso.
  • Si se puede elegir, es mejor pedir cita por la mañana cuando el niño está más descansado y receptivo.
  • Es suficiente llegar 10 minutos antes de la visita para evitar que el niño se ponga nervioso durante la espera.
  • Es importante crear un vínculo afectivo entre el niño y el médico, y los profesionales especializados saben cómo hacerlo (qué hacer si se ponen a llorar o les coge una rabieta, como transmitirle seguridad, etc.).
  • Las visitas a la consulta deben formar parte de su rutina, como ocurre con las visitas al pediatra. Si se mantiene una periodicidad de seis meses, el odontólogo formará parte del universo de la salud del niño.
  • Los padres también tienen que cumplir esta rutina para dar ejemplo.
  • Es muy importante aplaudir y premiar sus logros (si se porta bien, si consigue ir sin llorar, etc.).