Cómo cuidar la salud bucodental en invierno

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El invierno está a la vuelta de la esquina. Llega el frío y las bajas temperaturas, algo que puede suponer un riesgo añadido para la salud bucodental, tanto de los niños como de los mayores. El frío provoca dolor de dientes, sensibilidad dental, grietas en los labios e irritación de garganta.

Las bajas temperaturas no pueden ser una excusa para descuidar la higiene bucodental. En la época invernal, al igual que el resto del año, mantener hábitos de limpieza es fundamental: cepillarse después de cada comida, utilizar seda dental, colutorios, etc.

Es preferible evitar comidas y bebidas excesivamente calientes o frías. Las piezas dentales se pueden ver afectadas por los cambios bruscos de temperatura, aparte de que aumenta la sensibilidad dental. Para prevenirla, es aconsejable usar un dentífrico específico contra el frío y la sensibilidad.

En cuanto a la alimentación, hay productos beneficiosos y otros no tanto. Entre los primeros, pescados como el salmón, por su alto contenido en omega 3, lácteos que contienen calcio y fósforo que protegen el esmalte, legumbres que gracias a la vitamina B ayudan a prevenir fisuras en los labios, y, en general, verduras y frutas, especialmente, manzana o pera. Sin embargo, debemos tener más cuidado con alimentos de plena temporada como la granada, o de fuerte colorido, como la remolacha o los arándanos, porque pueden manchar u oscurecer el esmalte. También pueden alterar el color de nuestra sonrisa bebidas como el café o el té.

A la hora de vestiros, os recomendamos llevar siempre una bufanda. Taparse la boca con la bufanda durante el invierno puede ayudarnos a evitar problemas de garganta, de sensibilidad dental y de sequedad en los labios. Para prevenir la sequedad o la deshidratación labial, es imprescindible usar un buen labial a diario.

Y por último, pero no menos importante, os aconsejamos acudir a vuestro dentista de confianza de forma periódica para realizar revisiones y prevenir.