Cosas que debes saber sobre tu cepillo de dientes

5/5 - (1 voto)

En este artículo te daremos datos realmente asombrosos sobre el cepillo de dientes. Quizás le restes importancia a este utensilio tan personal, pero estamos seguros de que, a partir de ahora, empezarás a prestarle más atención.

El cepillo de dientes es un instrumento vital en nuestro aseo cotidiano y debe ser tratado con mucho respeto, ya que es un potencial foco de gérmenes y bacterias. Los estafilococos, las bacterias coliformes y las levaduras que alberga la boca se transfieren al cepillo cuando lo usamos. Además el cepillo no sólo está expuesto a las bacterias bucales, sino también a otros microorganismos que suelen habitar en el baño.

Para evitar la proliferación de microorganismos, hemos de dejarlo siempre en posición vertical para que se seque lo más rápido posible. Tenerlo en un estuche, con el objetivo de que no se llene de bacterias, es contraproducente.

Si en casa somos varios y todos ponemos el cepillo en el mismo vaso o recipiente, trataremos de que estén lo más separados posibles, para que las bacterias no pasen de uno a otro.

Aunque no lo veamos desgastado, es preciso sustituirlo periódicamente. Por ejemplo, si se ha tenido alguna enfermedad o brote, si el baño es muy húmedo o si se ha compartido, etc. En condiciones “normales” no hay que dejar pasar más de tres meses de uso.

Otra cuestión muy importante es que cada persona debería tener una herramienta de limpieza acorde a sus necesidades. Si bien no se confeccionan a medida, como un traje, existen decenas de modelos: más blandos, más duros, ergonómicos, de plástico, de goma, etc. Si, por ejemplo, tienes encías sensibles y usas un cepillo de cerdas muy gruesas puedes provocar un sangrado. Por el contrario, si las encías son más fuertes y se emplea un cepillo con cerdas suaves la eficacia del cepillado será menor.