Qué cepillo de dientes usar según la etapa del crecimiento

Para cuidar la salud dental de los más pequeños de la casa, elegir el cepillo de dientes adecuado es clave para garantizar sonrisas brillantes y saludables en cada etapa del crecimiento. Aquí te presentamos una guía rápida sobre qué cepillo usar según la etapa del crecimiento:

1. Cepillo de dientes para bebés. Para nuestros más pequeños, elige un cepillo con cerdas suaves y cabezal pequeño. Estos cepillos están diseñados para limpiar delicadamente los dientes y las encías de tu bebé sin causar molestias.

2. Cepillo de dientes para niños de 0 a 3 años. A medida que tus hijos crecen, es hora de pasar a un cepillo con cerdas un poco más firmes, pero aún así suaves, y un cabezal ligeramente más grande. Esto les ayudará a limpiar de manera efectiva mientras se adaptan a un mayor número de dientes.

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3. Cepillo de dientes para niños en edad preescolar y escolar. A medida que los niños crecen, sus dientes también lo hacen. Un cepillo con cerdas medianamente firmes y un cabezal más grande es ideal en esta etapa. Una buena idea para generar interés en el cepillado dental diario es buscar características divertidas en su cepillo, como colores brillantes o sus personajes favoritos.

4. Cepillo de dientes para adolescentes. En esta etapa, un cepillo con cerdas más firmes es adecuado para limpiar de manera efectiva mientras enfrentan los desafíos adicionales del crecimiento y la actividad hormonal. Además, puedes considerar la opción de comprarles un cepillo con tecnología de limpieza avanzada, como cepillos eléctricos, que pueden ayudar a mejorar la eficacia del cepillado.

Recuerda que, independientemente de la etapa en la que se encuentren tus hijos, la supervisión y el ejemplo son fundamentales para establecer buenos hábitos de higiene bucal. ¡Cuidemos esas sonrisas desde el principio!

Caries dental: prevención y tratamiento en la infancia

Hoy vamos a hablarte sobre un tema muy importante en la salud bucal de los niños: la prevención y el tratamiento de las caries dental en la infancia.

Prevención de la caries dental en la infancia

Según la Organización Mundial de la Salud, la caries dental es la enfermedad más común en los niños, afectando a casi el 60-90% de ellos en todo el mundo. La caries infantil es causada por la acumulación de placa bacteriana en los dientes, la cual se forma por una mala higiene bucal y una dieta rica en azúcares. Si no se trata a tiempo, puede provocar la pérdida de dientes y afectar el crecimiento y desarrollo de los niños.

Por eso es fundamental prevenir y tratar las caries en los niños desde una edad temprana. Y la mejor manera de hacerlo es a través de una buena higiene bucal y visitas regulares al dentista.

En primer lugar, es importante enseñar a los niños desde pequeños la importancia de cepillarse los dientes después de cada comida y usar hilo dental al menos una vez al día. También es importante limitar el consumo de alimentos y bebidas azucaradas, ya que son los principales responsables de la formación de caries.

Además, es fundamental llevarles al dentista regularmente, al menos dos veces al año, para realizar una revisión. De esta manera, se pueden detectar y tratar cualquier problema a tiempo, antes de que se convierta en un problema mayor.

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Tratamiento de la caries dental en la infancia

Pero, ¿qué pasa si ya es demasiado tarde y el niño ya tiene caries? En ese caso, es importante seguir el tratamiento adecuado para prevenir complicaciones y evitar la pérdida de dientes. El tratamiento puede variar desde una simple limpieza hasta empastes o incluso extracciones en casos más graves.

Es importante recordar que la prevención y el tratamiento de las caries no solo mejoran la salud bucal de los niños, sino que también tienen un impacto positivo en su bienestar general. Un niño con dientes sanos puede comer, hablar y sonreír sin dolor, lo que contribuye a su desarrollo físico, emocional y social.

En resumen, la prevención y el tratamiento de las caries en los niños son fundamentales para su salud y bienestar. Como padres, cuidadores y educadores, es nuestra responsabilidad enseñarles hábitos saludables y llevarlos al dentista regularmente. ¡Recordemos que una sonrisa sana es una sonrisa feliz!

Los peligros de morderse las uñas para la salud dental

Sabemos que morderse las uñas es un hábito desagradable y muy dañino para las uñas y los dedos. Lo que muchas madres y padres desconocen son los peligros de comerse las uñas para la salud dental de niñas y niños. Se cree que comerse las uñas puede llevar a la caries y a la desmineralización del esmalte dental. Esto significa que los dientes se debilitan en lugar de fortalecerse y pueden ser más propensos a la caries.

Los productos químicos y bacterias contenidas en las uñas pueden dañar los dientes, además de aumentar el riesgo de infecciones. Las uñas son un excelente lugar para el crecimiento de bacterias y gérmenes. Cuando los niños se comen las uñas, estos gérmenes se tragan y luego se acumulan en sus dientes y en su boca. Esta acumulación de bacterias puede causar infecciones orales dolorosas, como la gingivitis y la caries dental. También puede afectar el aliento y la salud de los dientes en general.

Es importante que madres y padres hablen con sus hijos sobre los peligros de comerse las uñas. Explicarles que no solo afecta su apariencia, sino que también puede causar problemas de salud dental.

La prevención es la clave para evitar los peligros de comerse las uñas. Anima a los más pequeños a que se alejen de este hábito y a que cuiden su salud dental. Y recuerda que en Clínica Dental Navarro Soto estaremos encantados de resolver todas tus dudas. ¡Contacta con nosotros! Puedes llamarnos al teléfono 968 20 19 26 para pedir una cita y recuerda seguirnos en Facebook o Instagram para estar al día de consejos y novedades.

La salud dental resiste a la Covid-19

A pesar de que la pandemia está cambiando nuestras prioridades a la fuerza, la salud dental sigue ocupando un lugar preferente. En los últimos meses el Consejo de Dentistas de España ha estado haciendo hincapié en que el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad Covid-19, ingresa en el organismo a través de la mucosa oral, nasal y ocular. Este mensaje ha calado mucho, tanto que una de cada dos personas cree que una buena salud oral influye para prevenir el contagio.

Un estudio sobre el impacto de la pandemia en la salud bucodental, realizado por la red de Clínicas W. a partir de una muestra de más de 2.000 personas, manifiesta una evidente predisposición a seguir mejorando la salud de los dientes pese a que la mascarilla impide, temporalmente, mostrar la sonrisa. 31% de los españoles se muestran predispuestos a iniciar un tratamiento y más del 25% lo ha iniciado tras activarse la pandemia. Solo el 15% prefiere esperar, mientras que de los que se encontraban en tratamiento, solo el 9% ha preferido posponerlo. Y no solo eso, sino que el 55% de los dentistas de España afirma que ha aumentado su demanda en 2020. Puede resultar paradójico, pero la sociedad está aprovechando el uso obligatorio de la mascarilla para mejorar estética y funcionalmente la sonrisa. Tanto que los tratamientos más demandados este año son la implantología, soluciones estéticas como las carillas dentales y especialmente la ortodoncia.

Pese a la incertidumbre del confinamiento, la investigación revela plena confianza de sociedad en el sector odontológico. El 91% de la población se muestra convencida de que las clínicas dentales son espacios seguros en la ‘era covid’. Las clínicas ya venían aplicando las medidas de protección desde hace años y con la reapertura han reforzado sus protocolos con nuevas medidas como el triaje telefónico, la descontaminación de espacios o el uso de equipos de protección individual, entre otros, para prevenir y frenar la expansión del virus. Fuera de las fronteras, el escenario que vive el sector refuerza la confianza en las clínicas como espacio seguro, aun tratándose de grupos muy expuestos. Un estudio publicado en la revista The Journal of the American Dental Association publicado recientemente apunta que solo el 1% de los dentistas de Estados Unidos se ha contagiado de la Covid-19.

Por lo tanto, en estos momentos la Covid-19 no supone ninguna barrera para acudir con regularidad al dentista. El 51% de los entrevistados asegura no tener ningún impedimento para ir a la consulta. Tan solo el 1% achaca al virus la decisión de no visitar al dentista, mientras la ausencia de un problema grave (14%), la falta de tiempo (12%) y las razones económicas (12%) son los principales motivos para no revisar la salud bucodental.

Y, finalmente, respecto al tradicional miedo al dentista, cabe destacar que también evoluciona de forma positiva en un año tan complicado como está siendo el 2020. Según el análisis tan solo el 6% considera esta circunstancia la barrera que le separa del cuidado de su salud bucodental, sensiblemente por debajo del 10% del año pasado.

El uso de la mascarilla no provoca patologías bucodentales

Desde que el pasado mes de mayo el Gobierno estipuló que el uso de la mascarilla fuera obligatorio a partir de los seis años, ésta se ha convertido en un elemento más de nuestro día a día. En esta nueva normalidad, casi por instinto, nos la ponemos cada vez que tenemos que salir de casa. Y aunque es una medida esencial de prevención frente al coronavirus, últimamente, se ha extendido la creencia de que el uso de mascarilla puede provocar patologías bucodentales. Mal aliento, manchas en los dientes, sensación de boca seca… son varias las alteraciones bucodentales que algunos están atribuyendo al uso de la mascarilla. No obstante, el Consejo General de Dentistas advierte de que no hay evidencias científicas que prueben su relación con la aparición de patologías orales.

Respecto a la halitosis (mal aliento), al llevar la mascarilla, una parte del aire que expiramos queda durante un mayor tiempo en contacto con nuestro sistema olfativo y por eso algunas personas piensan que han desarrollado ahora este problema, cuando lo cierto es que ya lo padecían antes de llevar la mascarilla pero no lo habían detectado. Además, hay que señalar que las mascarillas se van deteriorando con el uso. Las quirúrgicas, por ejemplo, deben desecharse a las 4 o 6 horas porque van perdiendo su eficacia e incrementando el mal olor debido a la saliva acumulada.

El hecho de llevar la boca cubierta durante varias horas no debe suponer el abandono de la higiene bucodental. «Tenemos que recordar que la mucosa oral es una de las vías de entrada del coronavirus. Mantener la boca sana es primordial», apuntan desde la institución profesional. Ahora más que nunca es imprescindible realizar cepillados adecuados, al menos 2 veces al día con pasta fluorada. Es muy importante cuidar el cepillo: lavarnos bien las manos antes y después de usarlo, limpiarlo, enjuagarlo y secarlo, no compartirlo nunca, alejarlo del sanitario (para evitar posible contaminación) y no almacenarlo junto a otros cepillos sino independientemente.

Asimismo, hemos de mantener unos hábitos de alimentación saludables, disminuyendo al máximo los productos azucarados y evitando el consumo de alcohol y tabaco. Y, como siempre, acudir al dentista ante cualquier alteración en la cavidad oral para abordar el problema lo antes posible ya que la mayoría de las patologías tienen un tratamiento sencillo si se diagnostican de forma precoz.

Mantener una buena salud bucodental puede reducir los contagios y la carga viral del coronavirus

El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid ha puesto de manifiesto, en base a diversas investigaciones, que mantener una buena salud dental podría reducir los contagios de coronavirus. Teniendo en cuenta estos estudios, ha elaborado un protocolo técnico de uso profesional que incide en el refuerzo de las pautas de higiene bucodental, siendo conscientes de que, hasta ahora, el uso de la mascarilla de protección, la distancia de seguridad y el lavado frecuente de manos son los medios más eficaces de prevenir el contagio.

Según los datos actuales contrastados, el coronavirus SARS-CoV-2 infecta las células a través de receptores ECA2 cuya presencia es muy alta en la cavidad bucal, sobre todo, en la lengua. En fases iniciales de la infección Covid19, cuando los pacientes pueden ser asintomáticos, el virus se puede localizar en la boca, como en el resto de las vías respiratorias superiores: nariz y garganta.

Dado que la boca representa la perfecta vía de entrada para el virus, los cuidados de la salud bucal podrían evitar que la carga viral (que está relacionada con la gravedad de la COVID-19) fuese muy alta y, de esta forma ayudarían a reducir el impacto de la enfermedad.

El COFM recuerda las principales medidas de precaución para mantener la higiene bucodental de cara a las vacaciones estivales:

En primer lugar, se insiste en la técnica, tiempo y frecuencia del cepillado: dos minutos en cada cepillado y, al menos, tres veces al día, aunque lo ideal sería cepillarnos después de cada comida. Es importante también utilizar un cepillo adecuado y cambiarlo regularmente, sobre todo si has padecido Covid19 o alguna otra dolencia infecciosa.  

Utilizar pastas dentífricas y colutorios con antisépticos nos ayudarán a controlar los microorganismos de la cavidad bucal. No debemos olvidar la higiene interproximal, con uso de hilos o irrigadores bucales. Además, algo que se suele descuidar es la limpieza de la lengua para lo que se aconseja un limpiador lingual, al menos una vez al día.

Desde el Colegio recuerdan que estas medidas previenen pero no tratan, en ningún caso, la Covid-19. No obstante, es de suma importancia mantener una higiene dental total para prevenir tanto los contagios de coronavirus como otras enfermedades bucales.

¿Cómo evitar que el cepillo dental sea foco de contagio y transmisión del virus de la COVID-19?

Ante la actual situación epidemiológica, que nos ha obligado a cambiar muchos aspectos de nuestra rutina diaria, debemos tener especial cuidado con el cepillado dental. Tanto los peques como los mayores hemos de adoptar una serie de medidas con el fin de prevenir el riesgo de contagio ya que el cepillo dental, nuestro mejor aliado para mantener una buena salud dental, puede tener un papel importante en la transmisión de enfermedades.


Desde el Consejo General de Dentistas de España nos recomiendan realizar estos 8 pasos a la hora de cepillarnos los dientes:

  1. Lavarse muy bien las manos con agua y jabón antes de tocar el cepillo para evitar que los virus pasen de la mano a la mucosa oral.
  2. Proceder al cepillado habitual con pasta fluorada (en cantidad adecuada a la edad del niño) durante 2 minutos, al menos 2 veces al día.
  3. Enjuagar bien el cepillo después de cada uso para eliminar restos de pasta y detritus alimenticios.
  4. Mientras dure la epidemia se recomienda desinfectar el cabezal del cepillo con povidona iodada al 0,2% o agua oxigenada diluida al 1% durante 1 minuto.
  5. Sacudir bien el cepillo para eliminar el exceso de agua y humedad.
  6. Guarda bien el cepillo con el cabezal hacia arriba y siempre alejado al menos 1m del sanitario.
  7. Evitar poner todos los cepillos juntos, por el riesgo de contaminación cruzada de uno al otro al tocarse.
  8. Al finalizar, volver a lavarse bien las manos con agua y jabón durante al menos 40 segundos.

Además de estas recomendaciones, el Presidente del Consejo General de Dentistas de España, el Dr. Oscar Castro, nos recuerda que los cepillos deben recambiarse cada 3-4 meses, siempre que detectemos que se ha deteriorado (cerdas abiertas) o cuando hayamos pasado por un proceso infeccioso de tipo respiratorio o digestivo.

 
Como padres tenemos la responsabilidad, ahora más que nunca, de fomentar el cepillado dental de una forma segura y correcta. Por eso os invitamos a compartir este artículo con vuestros amigos y familiares para contribuir así a una mayor concienciación de los posibles riesgos, pero sobre todo, de la prevención que está siendo la clave para la contención del nuevo coronavirus.

La importancia de la salud dental en los niños con diabetes

La Diabetes afecta a un porcentaje importante de la población y cada vez se observa con mayor frecuencia en niños y adolescentes. Según la SED (Sociedad Española de la Diabetes), la relación entre diabetes y los problemas bucodentales es bidireccional, es decir que no solo la diabetes aumenta los riesgos de padecer problemas bucodentales sino que, además, esta enfermedad puede verse afectada por dichos problemas. Este es la razón que nos lleva a hacer especial hincapié en la importancia para los diabéticos, especialmente infantiles y juveniles, de tener una boca sana y cuidada.

La diabetes es una enfermedad que se caracteriza por las variaciones en los niveles de glucosa. Si no se lleva de manera controlada, aumentan las posibilidades de tener problemas bucales, entre otros, y hace que sea necesario prestar especial atención a ciertas patologías. Por ejemplo, con la hiperglucemia el nivel de glucosa alrededor de las encías es más alto de lo normal por lo que las bacterias causantes de la caries (estreptococos) tienen más posibilidades de sobrevivir y, por lo tanto, de dañar el esmalte.

Por otro lado, un control glucémico inadecuado deriva con más facilidad en problemas de gingivitis, una inflamación de las encías que tiene su origen en la acumulación de placa dental. La diabetes es determinante para la aparición o agravamiento de este trastorno bucodental y lo mismo ocurre con la periodontitis, una infección grave que daña el tejido blando y destruye el hueso que sostiene los dientes que, en un estadio avanzado, puede derivar en pérdida de piezas dentales.

Para ayudar a prevenir el daño en los dientes y las encías del pequeño, hemos de tomar su cuidado dental y de la diabetes con seriedad:

  • Controlar su nivel de azúcar y seguir las indicaciones de su médico.
  • Tiene que cepillarse los dientes al menos dos veces al día.
  • Tiene que usar hilo dental por lo menos una vez al día.
  • Programar visitas regulares al dentista.
  • Asegurarnos de que el profesional sepa que el niño tiene diabetes.
  • Revisar periódicamente sus encías para descartar cualquier anomalía.

El control de la diabetes es un compromiso de por vida, y eso incluye un adecuado cuidado dental. Vuestros esfuerzos se verán recompensados con sus dientes y encías saludables de por vida. Si tenéis cualquier duda o pregunta, nos podéis contactar por teléfono al 968 20 19 26 / 968 90 88 80 o por email: info@dentalinfantil.es.

Los principales beneficios de la ortodoncia infantil (interceptiva)

La ortodoncia infantil, profesionalmente conocida como interceptiva, previene problemas de oclusión y mordida que en un futuro pueden ser más graves. Hay condiciones respecto a la posición de los maxilares y de los dientes que son más fáciles de corregir si se hacen de manera temprana. Gracias a los tratamientos ortodóncicos interceptivos tenemos la posibilidad de controlar la posición futura de los dientes permanentes, actuando sobre la estructura de la mandíbula y el hueso maxilar cuando todavía los dientes tempranos están en boca.

Los principales beneficios de estos tratamientos son:

  • Mejor pronóstico a la hora de evaluar la erupción de los dientes permanentes.
  • Corrección de cualquier hábito que pueda causar problemas en el desarrollo de los maxilares, como pueden ser chuparse el dedo o empujar los dientes con la lengua.
  • Corrección de oclusión como son la mordida abierta, la mordida cruzada o la sobremordida.
  • Capacidad de corregir el crecimiento de la mandíbula y el maxilar para acomodar los dientes emergentes.
  • Mejoramos la estética del niño.
  • Eliminamos o aliviamos los futuros tratamientos correctivos que probablemente sean más invasivo si se prescinde de la ortodoncia infantil.

El tratamiento ortodóncico y el crecimiento del niño están destinados a complementarse entre sí. Por ello, sincronizar el tratamiento con las etapas de crecimiento y de desarrollo dental del niño, puede aliviar tratamientos más drásticos e invasivos en el futuro. Si tu pequeño presenta alguna anomalía en el desarrollo y formación dental, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. En la Clínica Dental Infantil Navarro Soto estamos siempre a vuestra completa disposición.

5 tips para cuidar los dientes de tus niños en Navidad

Estamos, sin duda, en una de las épocas más especiales para los niños. Es tiempo de vacaciones, regalos, ilusiones, momentos en familia y, como no, de excesos de dulces. Con el objetivo de que ni tus dientes ni los de tus hijos sufran más de la cuenta, te damos las claves para cuidar la salud bucodental esta Navidad. Si sigues nuestros consejos y vigilas los hábitos de tu hijo durante los próximos días, tendrás menos posibilidades de dar la bienvenida al nuevo año con una visita urgente al dentista.
  1. Asegúrate de que se cepilla los dientes. Muchas veces el hecho de comer o cenar fuera de casa es una excusa para no cepillarnos los dientes. Es frecuente que pasemos por alto el cepillado antes de dormir. Sin embargo, éste es el más importante del día. Por la noche la producción de saliva, que actúa como un protector de los dientes, baja y, por tanto, los dientes se vuelven más vulnerables. Una de las soluciones sería comprar unos cepillos de viaje para tenerlos allá donde vayamos. Si nuestro hijo no se puede cepillar los dientes después de una comida, podemos darle un chicle sin azúcar. Sin embargo, esto no es una solución para el cepillado nocturno, el cual es imprescindible.
  2. Controla su consumo de dulces. Si los adultos comemos dulces, no podemos prohibir a los niños que lo hagan. Pero, al menos, intenta que tu hijo no «pique» entre horas, especialmente si no tiene cepillo de dientes. El azúcar y la relajación en los hábitos de higiene aumentan considerablemente el riesgo de caries.
  3. Avísale de los peligros de comer alimentos duros o pegajosos. Las urgencias y los accidentes con nuestros dientes (fracturas, daños en los empastes…) son muy frecuentas en Navidad. Para evitarlos, es importante que tu hijo tenga cuidado al morder turrón o frutos secos duros o pegajosos. Y si tu hijo lleva brackets, debe tener especial cuidado, ya que éstos se pueden despegar.
  4. Evitar los refrescos. El consumo de bebidas carbonatadas o azucaradas es muy dañino para los dientes: dañan el esmalte y aumentan el riesgo de padecer caries o sensibilidad dental. Lo mejor es que los peques tengan la costumbre de beber agua durante las comidas y limitar los refrescos a ocasiones puntuales. En el caso de que quieran otra bebida, los zumos naturales preparados en casa son una buena opción, pero no tanto los zumos industriales que llevan grandes cantidades de azúcares.
  5. Acostúmbrale a visitar regularmente al dentista. Si tu hijo se familiariza con las visitas regulares al odontólogo, será menos probable que padezca problemas bucodentales o desarrolle fobias al dentista que comprometan su salud.